¡Palabrotas!

Lea Santiago 3 completo.
Tenía un mal hábito (decir palabrotas) en cuanto más
resistía en hacerlo, más lo hacia,
pero cuando le deje de dar importancia y a decirme a mi misma que esos pensamientos y deseos de hablar así no eran generados por mi sino por satanás, cuando menos pensé lo deje de hacer.


¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? (Santiago 3:11)

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