¿Cuál es su nombre?


¿Cómo te llamas? ¿cuál es su nombre? Son preguntas muy cotidianas.

Bueno, vamos a entender lo que dice el diccionario acerca de esta palabra: “Nombre” – respuesta  es con origen en el vocablo latino nomen, el concepto de nombre constituye una noción que se destina a la identificación de seres que pueden ser animados o bien, inanimados. Se trata de una denominación de carácter verbal que se le atribuye a un individuo, un animal, un objeto o a cualquier otra entidad, ya sea concreta o abstracta, con el propósito de individualizarlo y reconocerlo frente a otros.

El nombre nos dice la naturaleza, la esencia, la historia de aquel que es designado con él. En la biblia Moisés es el primer hombre que le pregunta a Dios cual es su nombre.

"Dijo Moisés a Dios: –Si voy a los hijos de Israel y les digo: "Jehová, el Dios de vuestros padres, me ha enviado a vosotros", me preguntarán: "¿Cuál es su nombre?". Entonces que les responderé?
Respondió Dios a Moisés: –"Yo soy el que soy".
Y añadió:
–"Así dirás a los hijos de Israel: " 'Yo soy' me envió a vosotros". (Éxodo 3:13-14)

El nombre personal de Dios en el hebreo primitivo es "YHVH". Por respeto, dejó de pronunciarse, y en su lugar se leía "Adonay" (el Señor).

Para nosotros este nombre "YHVH" es impronunciable ya que está constituido de puras consonantes.  Debido a esto los rabinos le pusieron las vocales e, o y a, sólo como contraseña, cuando inventaron un sistema de vocales escritas para el hebreo debido que antes estaba prohibido enseñar en su nombre y por precaución para que los paganos no lo profanaran. En los medios cristianos empezó a leerse desde fines de la Edad Media con esas vocales y así resultó la forma latinizada "Jehovah", de donde viene "Jehová". Los hebraístas han llegado al acuerdo general de que la pronunciación original debe haber sido Yahveh. Su significado se asocia con la idea de Ser o Existencia. Pero Dios se refiere a si mismo primero con el nombre de "Yo soy".
 
Por encima de estas consideraciones, está la manera como nos enseñó el Señor Jesús para dirigirnos a Dios: Dios Padre (Ef. 6:23) Padre nuestro (S. Mateo 6:9); Padre Celestial (S. Lucas 11:13); Padre Santo (S. Juan 17:11); Padre Justo (S. Juan 17:25); Padre mío (S. Mateo 26:39), muy en concordancia con las Sagradas Escrituras, como se expresa en Jeremías 3:19 "...Y dije: Me llamaréis Padre mío, y no os apartaréis de en pos de mí".

Entonces cuando alguien te pregunte cual es el nombre de Dios para entrar en debate, a esos se les da la razón, pues quien vive en comunión con su Señor, le debe de llamar "Padre" y un Padre siempre sabe quienes son sus verdaderos hijos.

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