En la fe

Un gran ejemplo de una mujer de Dios Es posible que no tenga ropa cara. Es posible que no tenga propiedades a mi nombre ni riqueza en el banco (Como misionera eso hace parte de mi sacrificio). Es posible que no tenga un lugar permanente para vivir o derecho a elegir a donde voy… Es posible que no tenga un diploma, por el hecho de que entregué mi vida para servirlo en el altar cuando aún era muy joven. Es posible que no pueda ver a mi amada familia o mi lindo país con frecuencia. Es posible que no escriba o hable correctamente. Es posible que no siempre me sienta orgullosa de lo que pienso o digo. Es posible que al mirarme en el espejo, no me agrade 100% lo que veo. Es posible que hable, vea y sienta cosas de las que muchas veces me arrepienta… pero me considero una de las personas más felices y realizadas en la faz de la tierra, ¿y sabes por qué? No es por mí, sino por Él! Él es mi aire, mi alegría, mi fortaleza, mi mejor amigo, mi primer amor, mi motivación, mi inspiración

"Un soldado siempre debe estar listo para la guerra" Es la hora de la acción, ha llegado el momento de finalizar la gran batalla. No fuimos levantados para retroceder o para quedarnos atrincherados por los problemas, sino para atacar, combatir y vencer. La Iglesia necesita despertar a esa verdad. Muchos cristianos viven pidiendo oración porque están siendo perseguidos por el diablo en alguna área de su vida. Es asombroso, porque la realidad debería ser otra. Son los cristianos los que deberían perseguir a los demonios. Por tanto la lucha contra el mal ha de ser vista como una batalla seria y nada fácil, pues el diablo trabaja las 24 horas del día. Para poder vencer uno necesita la verdadera comunión con el Señor Jesús que se efectúa en la intensidad de la búsqueda en el Espíritu Santo pidiendo el revestimiento con su armadura no basta con el leer la biblia, orar y ayunar aunque estos constituyan un buen ejercicio de la fe. Hay que tener claridad de pensamientos y forta