Lo que comprendí de ser una Mujer V, no es sólo aquella que mantiene limpio su hogar, la sumisa al esposo o a sus padres, la que sabe como estar presentable para cada ocasión, la que sabe expresarse bien con educación, la mujer V va mas allá de todas las responsabilidades de la mujer que trabaja, estudia, sea casada o soltera, con hijos o sin hijos. No son solo valores adquiridos, ni hábitos o defectos por cambiar. Es más que eso; es aquella que coloca a Dios en primer lugar, que mantiene una comunión completa con el Espíritu Santo, no sólo se casa con Dios sino procura servir a su Señor dando ejemplo en donde este, ella es la propia bendición en ocasiones no necesita dar testimonio pues con su simple presencia, sus actitudes y su comportamiento hacia los demás. Se entrega al pueblo con pasión y sin medida, da más de lo que le piden sin esperar recibir agradecimientos o favores a cambio. Ser realmente una mujer V es saber la voluntad de Dios y no sólo entenderla sino tener el coraje